top of page

Mi experiencia en el Instituto Las Nieves

  • sabaterprensa
  • 27 ago 2018
  • 2 Min. de lectura

Hace un año mi hijo mayor pasaba por una de las decepciones más tristes de su vida. El colegio a donde asistía era una tortura para él. No solamente algunos de sus compañeros le hacían "bullying", sino que, además, las autoridades estaban en otra dimensión.

El detonante fue un día en el que salió llorando y furioso, agotado y sin voluntad de absolutamente nada. Ante tal cuadro, la única opción era cambiarlo de colegio.

Barajando varias alternativas nos encontramos, una vez más, con el Instituto Nuestra Señora de Las Nieves, en Liniers, Ciudad autónoma de Buenos Aires. Ya lo habíamos considerado al comienzo de nuestra búsqueda cuando Teo contaba con tres años de edad pero lo descartamos por tener otros institutos educativos más cerca de nuestro domicilio.

La recepción en Las Nieves por parte de los directivos fue estupenda. Nos dieron la posibilidad de que rindiera un examen aunque estuviera fuera de la fecha de inscripción y el trato amable y cordial, reina por todos los pasillos.

Los pizarrones tradicionales son reemplazados por computadoras táctiles en donde se puede aprender mucho más didácticamente, existe la posibilidad de estudiar extra curricularmente infinidad de idiomas, instrumentos musicales y deportes. El colegio se divide en cuatro "casas" correspondientes a los puntos cardinales y cada una con su respectivo color. Hay fiestas pero sin la necesidad de tener que matarse haciendo disfraces por cinco minutos de uso, dando solamente valor al hecho de lo que se homenajea o celebra.

Hay mucho más para relatar, pero lo más importante es la felicidad de nuestros hijos y puedo dar fe que el cambio del mío fue increíble. Pasó de tener atrás a una legión de profesionales (psicopedagoga, psicóloga y maestras particulares) a absolutamente nada. Su rendimiento, actitud y, lo que es más importante, su alegría por ir al colegio, son un increíble cambio.

La Comunidad de Las Nieves, además, nos agrupó a nosotros como padres en una integración amplia y sincera, pudiendo ser parte hasta de los talleres de los chicos y acompañarlos en su enseñanza. Tal es el caso que, sabiendo que tienen un estudio de radio y televisión propios, fui invitado en varias oportunidades a ser parte del proyecto, pasando por entrevistas y amables charlas con alumnos y docentes de los cuales ya soy casi un amigo.

Nunca escribí sobre los colegios a los que asistí o asistieron las personas más íntimas de mi círculo familiar o de amigos, pero creo que en esta ocasión, bien vale la pena contar esta hermosa experiencia para que otros en una situación similar vean una alternativa de cambio ya que, al final de cuentas, ir al colegio no debe ser una tortura, sino disfrutar con esfuerzo sincero y ameno de una educación más sana y mejor.

 
 
 

Comments


Seguime en 
  • Facebook Basic Black
  • Twitter Basic Black
  • Google+ Basic Black

© 2023 por "Lo Justo". Creado con Wix.com

Donar con PayPal

Presentado también en

 ¿Te gusta lo que leés? Doná ahora y ayudame a seguir elaborando noticias y análisis. 

bottom of page