top of page

Tranquilidad invadida

  • sabaterprensa
  • 14 ene 2017
  • 2 Min. de lectura

StartFragmentHace ya varios años que nos invadieron unos seres con olor a yuyo que emiten sonidos insoportables y van acompañados por otros que, pateando al aire, no se sabe si están sufriendo de epilepsia o intentan evadir la gravedad de este planeta. Indagando un poco, me entero que a esto le llaman murga. Sinceramente conocía otro estilo de este arte, en donde se tensan los tientos de los bombos, hechos artesanalmente con un sonido armónico (no bombos de cancha como acá) y para nada monótono. Pero bueno, en Buenos Aires, la murga es así. Lo que también es así, en cualquier ciudad civilizada del mundo es el derecho que tenemos los habitantes para poder descansar y relajarnos un fin de semana; ver una película, escuchar música, leer un libro o dormir una siesta si así se nos antoja. Cuando empecé a tener uso de razón, también me dí cuenta de que esta no es una ciudad civilizada pero intenté aportar mi granito de arena para lo creía que así debía ser. Cuando comentaba que estaba haciendo esto, vi muchas muecas de "no vas a poder" en los rostros de las personas. Y es así y somos lo que somos porque acá, la gente hablando no se entiende y las autoridades no te atienden. Después de varias "reuniones" con el señor jefe de gobierno de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, visitas al CGCP, firmas de vecinos, llamadas a la comisaría que se encuentra a una cuadra de la zona en conflicto, la respuesta sigue siendo la misma. A joderse! Les recuerdo que hay varias normas que establecen que la práctica de estos señores murgueros está prohibida y se debe aportar medios de amortiguación para los ruídos (Art. 82, Código contravencional). Acá no importa nada. Y no me vengan con que en nombre de la cultura todo vale. En primer lugar, yo no estoy en contra de las murgas. No me gustan pero no estoy en contra de que existan. En segundo lugar, no se puede hacer lo que a uno se le ocurra en el lugar que se le ocurra, por el tiempo que se le ocurra y encima con el apoyo de las autoridades. Mismas autoridades que no pisan las plazas y ni saben que los decibles a los que estos señores tocan son por demás excesivas, todo porque el fin de semana no trabajan y ellos sí descansan. Quedó hecha una nueva denuncia formal al SUACI bajo el número 00030076/17 hace una semana. Como no vamos a recibir respuesta continuaremos haciendo público estos atropellos y nos acordaremos en la próxima campaña electoral, cuando cada vez que nos den un globo, se lo explotemos en la cara, con la misma sonrisa de "no vas a poder".EndFragment


 
 
 

コメント


Seguime en 
  • Facebook Basic Black
  • Twitter Basic Black
  • Google+ Basic Black

© 2023 por "Lo Justo". Creado con Wix.com

Donar con PayPal

Presentado también en

 ¿Te gusta lo que leés? Doná ahora y ayudame a seguir elaborando noticias y análisis. 

bottom of page